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Ruta

El día se ennegreció,
su mirada contemplaba su rojizo dolor,
en tanto sus oídos se aturdían
por aquellos llantos provenientes de su vientre.

La sombría ruta se volvía infinita,
al igual que el ánimo de su marido
que sostenía su fina mano intentando calmarla,
escuchando los pequeños pataleos de aquella bella creación.

El sufrimiento era insostenible,
el deseaba ver un nuevo universo
lejos de aquel bello hogar,
placentero y materno.

Se despidió arrepintiéndose con lágrimas en su rostro,
gritando bajo el manto de lo desconocido,
deseando que el miedo no lo seduzca
y rogando volver a su antiguo hogar.

Escrito por: Maximiliano Braslavsky

Gracias por estas 10.000 visitas!

5 comentarios:

  1. Hola Maximiliano, llego a tu blog por un enlace tuyo en el Alma de Mariposa.
    Quiero felicitarte por el sitio, es bellísimo.
    Si me permites te sigo, abrazos desde Uruguay!

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  2. Hay caminos y rutas obligados...tristes y que no dependen de nosotros...
    Me encanta leerte.
    Un abrazo.

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  3. Gracias por visitarme, Muy lindo tu blog. Un beso enorme

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