Bella dama que se escabulle,
por la ciudad de tu razón, corre por aquellas calles
intentando corromper a la verdad,
haciendo de ti un peón en su juego de insinceridad.
Su aroma seductor recorre tu mente,
atrayéndola a un sombrío mar sin retorno, distante,
siendo un naufrago eterno vagando sobre aguas en penas
anhelando regresar, pero aquellas olas que fueron serenas
hoy son llantos creados por tu ficción.
que cedieron su confianza a tu palabra, pero solo recibieron tu traición.
Te sedujo, te controlo y al final corrió
porque se quedo muda, sin respuestas, en el eterno silencio de una confianza que murió.
por la ciudad de tu razón, corre por aquellas calles
intentando corromper a la verdad,
haciendo de ti un peón en su juego de insinceridad.
Su aroma seductor recorre tu mente,
atrayéndola a un sombrío mar sin retorno, distante,
siendo un naufrago eterno vagando sobre aguas en penas
anhelando regresar, pero aquellas olas que fueron serenas
hoy son llantos creados por tu ficción.
que cedieron su confianza a tu palabra, pero solo recibieron tu traición.
Te sedujo, te controlo y al final corrió
porque se quedo muda, sin respuestas, en el eterno silencio de una confianza que murió.
Escrito por: Maximiliano Braslavsky
Es hermosa tu poesía Maximiliano, tiene belleza, rima, y calidez en las palabras.
ResponderEliminarUn abrazo amigo.
Muchas gracias! Un abrazo!
EliminarHola me a cautivado tu poesia...me gustaria unirla con la mia..
ResponderEliminar"Tu Recuerdo"
La soledad me acompaña, pero también los recuerdos... la fina y aterciopelada arena acaricia mis pies... la brisa se pasea por mi rostro... y en ellos apareces tu amor; como el más fiel recuerdo que pasa por mi corazón, te siento aquí... en mi... no te marches... es lo único que me queda de ti.... tus recuerdos...
Un Saludo..
En tus labios sentí el calor del hielo
ResponderEliminarSumido en sepulcros de lágrimas secas
Por tu cuerpo dormido en el valor del olvido
Sin tus guitarras con gritos inertes
Y en herencia solo soledad mojada
Bajo luz de luna nublada
Y aqui permaneces quieta
Ausencia presente que desvela y me ensilueta
En la ternura del silencioso recuerdo